Un lugar exquisito y lleno de sabor en las afueras de Miami: Schnebly Winery

11.12.2013 19:52

Redacción: Patricia Kralj / Fotografías: Carolina Quintana
Tengo Tiempo

Vista desde el jardín a la sala principal de bodegas Schnebly

Schnebly Winery (bodega de vinos Schnebly) es un lugar donde puedes disfrutar vinos de parchita, guayaba, coco y muchos otros sabores, perfilándose como una atracción turística muy interesante en la ciudad Homestead, Florida, Estados Unidos. Las crisis siempre generan oportunidades: te invito a conocer esta historia y quiénes están detrás de ella.

Florida

Miami es mundialmente conocida por seductoras playas así como por grandes y modernos centros destinados a las compras y el entretenimiento, pero siempre puedes descubrir algo diferente como una vinería a 40 minutos de la ciudad, donde cultivan y comercializan vinos de frutas. En conversación con la Oficina de Turismo de Miami, escogimos este lugar para entrevistar a su propietario Peter Schnebly y saber cómo fueron los inicios de un sitio en Florida donde puedes escaparte de la rutina y de la ciudad.

Situación y oportunidad

Peter Schnebly, nacido en Nueva York y con amplia trayectoria en la industria de vinos, nos recibió con una sonrisa y gran disposición en su oficina privada que parece un parque temático estilo tropical: palmeras, mobiliarios en madera, cascadas de agua, tikis (esculturas polinesias) y techos de palma como churuatas, y por supuesto, ambiente musical que te hace sentir realmente libre para disfrutar un día distinto. Así fluyó nuestra conversación:

P. Kralj: ¿Cómo surge la idea de vinos a base de frutas?

P.Schnebly: ¨El concepto inicial fue sembrar frutas tropicales que se producen en ciertos lugares de Estados Unidos (Florida y Hawaii) tales como parchitas, bananas, cocos y recientemente lichis; una fruta originaria del sur de China.

En 1994 creamos la compañía y este año celebramos 20 años en el negocio de agricultura de frutas tropicales. Al principio tuvimos una situación que solucionar: perdíamos una parte importante de la cosecha, sin contar el gran esfuerzo que debes realizar al momento de comprar el terreno, la siembra, el riego, la fertilización y el cuidado en general, debíamos vender las frutas por poco dinero o casi regalarlas. Paralelamente, la agricultura es dificultosa en Estados Unidos debido a diversas regulaciones, tenemos muchos impuestos, la mano de obra es muy costosa y además competimos con México donde no tienen todas las mismas medidas. Así que necesitábamos mayores ingresos para seguir cultivando y tener ganancias.

Así que me reuní con un amigo con el que trabajé en la industria del vino en Nueva York y le conté mi problema. Luego de varios días me sugirió que abriera una vinería, y le dije: ¨no puedo porque no tengo uvas¨, a lo cual me respondió: ¨¡no necesitas uvas para hacer vinos! La uva es una fruta, al igual que el mango y la guayaba. Fermentas la fruta porque tienen azúcar y el azúcar se convierte en alcohol, así que lo más importante para hacer vino no es el azúcar sino el sabor. Si la fruta tiene buen sabor, no dulce sino un buen sabor, el sabor te da acidez y es lo que llamamos el “backbone” (columna vertebral): la estructura del vino, sin eso no tienes nada.

Por su recomendación, empezamos a experimentar con el lichi en porciones de 5 galones y el vino salió muy bien. En ese momento pude superar las pérdidas que había tenido anteriormente, porque finalmente, ¡todo funcionó!.

Varias presentaciones de vinos

P. Kralj: ¿cuál es el concepto que le imprimen a la bodega de vinos y por qué?

P.Schnebly: ¨Desde hace muchos años a mi esposa Denisse y a mí nos gusta visitar viñedos de distintas localidades y un día decidimos que nuestra vinería tenía que pertenecer a Miami, no a Francia ni a Italia sino que se sintiera completamente Miami; por eso recreamos cascadas tropicales y construimos los tiki huts (churuatas) que le dan un look de bodega de hace 100 años, así que todo es auténtico look de Miami.

Tratamos de trabajar con la filosofía de Disney, cuando estás aquí te escapas de un día normal de tu vida. Es un sitio muy social queremos que la gente se relaje, compren una botella de vino, se sientan al aire libre con galletas y algunos quesos para vivir la experiencia de relax. Reducimos el estrés y promovemos la interacción social¨.

El cuidado de los detalles se aprecian incluso en el techo

P. Kralj: ¿cuál es el vino más pedido por los visitantes?

P. Schnebly: ¨Son dos: el de Lichi (era llamada la Fruta del Emperador porque los emperadores las pedían frescas todos los días de temporada) que es un vino blanco y el de Guayaba, le encanta a nuestra clientela latina y es nuestra número 2 en ventas¨.

P. Kralj: ¿cómo podemos llegar a la vinería?

P. Schnebly: ¨La solución para transportar a nuestros futuros visitantes directo a nuestra puerta de entrada está en camino, el mejor escenario es que alquilen un carro y sigan esta fácil ruta: toman la autopista Florida's Turnpike, luego la salida 5 y allí verán un aviso que les traerá a nuestra puerta.

También pueden tomar un autobús desde Miami hasta Homestead a través de Miami Dade County Bus y de la estación hasta aquí son sólo 4 millas, tomas un taxi y listo¨.

Así finalizó esta parte sobre los inicios y la idea de Schnebly Winery, pero solo es el comienzo porque próximamente tendremos más sobre las cervezas y detalles de los vinos que probamos ese día de escape. ¡Espero haya sido útil y nos leemos la próxima semana!