Cada vez son más personas las que quieren diseñar su propia aventura, profundizar en la información e intentar buscar lugares para mezclarse con la gente local y alejarse de los típicos sitios 100% turísticos. Las imágenes se han convertido en contenidos magnéticos a la hora de hablar sobre un lugar o situación particular, no necesitan del lenguaje para ser comprendidas y las reacciones que producen en nuestro cerebro son más intensas y perdurables.
 

Hoy en día nos gusta hacer partícipes a nuestros amigos de la experiencia que vamos a vivir, les enseñamos fotos del lugar para comentarlos con ellos,  indicamos que “me gusta” esta página de viaje, hotel o actividad en destino, es decir, interactuar y soñar con nuestros amigos, antes, durante y después de nuestra experiencia  y nada mejor que las redes sociales para ello. Las recomendaciones de terceros, amigos o desconocidos han cobrado gran importancia.

Los comercios y lugares turísticos cada vez se están uniendo más a tener presencia online, tales como atender comentarios en redes sociales o estar presentes en Tripadvisor y Foursquare entre otros.

Internet es como un murmullo, te puedes tapar los oídos para dejar de escucharlo e incluso los ojos para, al mismo tiempo, dejar de verlo, o por el contrario, puedes estar más atento para saber lo que dicen de los destinos y en todo caso tender a mejorar siempre la expriencia de viajar.